Por Stephanie Sonnenshine
Se sabe que los determinantes sociales de la salud (las condiciones en las que las personas viven, trabajan y juegan) tienen impactos significativos en el bienestar físico y emocional de una persona. Sin embargo, al comienzo de la pandemia, otra cuestión se volvió cada vez más clara e innegable: que las desigualdades sociales y raciales tienen consecuencias significativas y devastadoras, lo que hace que la COVID-19 afecte a las comunidades de maneras muy diferentes.
De hecho, ahora sabemos que los datos muestran de manera abrumadora que las personas negras, indígenas y de color (BIPOC) experimentaron tasas más altas de hospitalización y muerte relacionadas con COVID-19 en comparación con las poblaciones blancas no hispanas. Esta crisis de salud reveló públicamente lo que muchos expertos en atención médica ya sabían: que existen graves disparidades de salud en nuestras comunidades y que debemos dedicar importantes recursos y atención para abordarlas. Tenemos la responsabilidad moral de brindar acceso equitativo a la atención médica para todo.
Como Sistema de Salud Organizado del Condado (COHS), brindamos servicios a casi 390,000 miembros de Medi-Cal en los condados de Merced, Monterey y Santa Cruz, lo que equivale a casi el 40 por ciento de nuestra población local. Nuestros miembros incluyen niños, adultos, familias, personas mayores, personas sin hogar y personas con discapacidades, y el ochenta y cinco por ciento de nuestros miembros son BIPOC. Se ha confiado en nosotros para satisfacer las necesidades de las comunidades donde hemos vivido y servido durante casi tres décadas.
Buscamos comprender mejor las necesidades de los miembros de Medi-Cal en nuestras comunidades y estamos comprometidos a apoyarlos en el camino hacia su versión más saludable. Para ayudarnos a guiarnos en este esfuerzo, la Alianza se ha comprometido con dos prioridades clave en nuestro plan estratégico de cinco años.
En primer lugar, para abordar las disparidades en salud que la COVID-19 puso aún más de relieve, nos hemos comprometido a considerar la equidad en salud como una prioridad fundamental. Un futuro que abrace la equidad en salud proporciona que todos tengan una oportunidad justa y equitativa de estar lo más saludables posible. Para hacer realidad esta visión, la Alianza buscará comprender las causas fundamentales de las disparidades en la salud, en particular las que experimentan los miembros que se identifican como BIPOC. Los objetivos identificados en este viaje incluyen eliminar las disparidades de salud y lograr resultados de salud óptimos para niños y jóvenes y aumentar el acceso a una atención médica cultural y lingüísticamente apropiada.
En segundo lugar, necesitamos transformar aún más nuestro sistema de prestación de servicios para garantizar que las necesidades de los miembros sigan siendo el centro del sistema de atención médica. Esta idea representa una evolución hacia un sistema que brinda una salud óptima a los miembros a través de la toma de decisiones y acciones compartidas, en lugar de un sistema que simplemente brinda servicios de atención médica. Nuestro éxito dependerá de mejorar los servicios y sistemas de salud conductual para que estén centrados en la persona y sean equitativos, así como de mejorar el sistema de atención para miembros con necesidades médicas y sociales complejas.
Gente sana, comunidades sanas es nuestra visión y, con ella, visualizamos un mundo donde nuestros miembros y nuestras comunidades experimenten la mejor salud posible, física, social y emocionalmente. Para obtener más información sobre la Alianza o sobre nuestras prioridades estratégicas, visite www.thealliance.salud.
Sobre el autor: Stephanie Sonnenshine es directora ejecutiva de Central California Alliance for Health (la Alianza), un plan de salud de atención administrada de Medi-Cal enfocado en mejorar el acceso a la atención médica para más de 390,000 residentes de los condados de Merced, Monterey y Santa Cruz. .