Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que los beneficios y riesgos de la terapia con opioides cambian con el tiempo. Los pacientes deben ser reevaluados periódicamente para garantizar que los opioides ayuden a alcanzar los objetivos de su tratamiento y proporcionen un beneficio funcional.
Es fundamental reconocer cuándo los riesgos de la terapia crónica con opioides superan los beneficios y comunicar eficazmente esta información a los pacientes. Se anima a los médicos a colaborar con los pacientes que reciben opioides en dosis superiores a 90 MME y, si corresponde, reducir o suspender los opioides para mejorar la seguridad de su régimen farmacológico.
Planificación de conversaciones de reducción gradual
- Considere programar una visita separada para el paciente o extender la duración de una cita existente para discutir una reducción gradual.
- Utilice técnicas de entrevista motivacional para discutir la terapia con opioides en curso de manera colaborativa y evaluar la preparación del paciente para el cambio.
- Hable con su paciente sobre su comprensión de los riesgos y beneficios percibidos de la terapia continua con opioides.
- Céntrese en la seguridad del paciente al iniciar conversaciones sobre la terapia con opioides.
- Asegure a los pacientes que la relación clínica no se verá perjudicada si no están preparados para reducir la dosis.
Educación del paciente
- Analice diferentes enfoques sobre el momento y la dosis. Proporcionar opciones puede reducir el miedo y la ansiedad del paciente al darle control sobre los elementos del proceso.
- Educar a los pacientes sobre los síntomas de abstinencia esperados y los resultados del dolor.
- Discuta las diferencias entre dependencia de opioides y adicción.
- Eduque a los pacientes sobre el mayor riesgo de sobredosis, ya que la tolerancia se reduce cuando se reduce gradualmente.
- Proporcione una receta de naloxona y anime al paciente a pedir a familiares y amigos que se informen sobre el uso de rescate.
plan cónico
- El enfoque de reducción gradual debe incorporar las preferencias del paciente y ser individualizado según el perfil de riesgo, los objetivos y las preocupaciones del paciente.
- Involucrar al paciente en la toma de decisiones compartida para establecer un plan centrado en el paciente.
- El éxito de la reducción de la dosis inicial es más importante que lograr una disminución de dosis específica.
- Los planes flexibles y lentos de reducción gradual centrados en reducciones graduales y sostenidas suelen tener más éxito que una tasa de reducción predeterminada.
- Ofrezca a los pacientes la opción de pausar la reducción gradual y reiniciarla nuevamente cuando estén listos. Las pausas dan tiempo a los pacientes para adquirir nuevas habilidades para controlar el dolor y la angustia emocional, la introducción de otros medicamentos o el inicio de otros tratamientos, al tiempo que permiten el ajuste físico a una nueva dosis.
- Aumentar la frecuencia de las visitas a la clínica o visitas remotas durante las reducciones de dosis. Anime al paciente a ponerse en contacto con la clínica si surgen problemas durante las reducciones de dosis.
- Apoye al paciente durante toda la reducción gradual, especialmente durante las reducciones de dosis.
- Identificar los signos y síntomas del trastorno por consumo de opioides (adicción) e intervenir con compasión.
- Optimizar las modalidades de tratamiento del dolor sin opioides ni farmacológicos.
Abordar los síntomas de abstinencia
La reducción gradual no debería dar lugar a una retirada. Sin embargo, si se presentan síntomas de abstinencia, se pueden recetar los siguientes medicamentos complementarios:
Síntoma | Medicamento |
Sudores fríos, escalofríos, sensación de “nerviosismo” | Clonidina: comprimido de 0,1 mg |
Ansiedad, problemas para dormir. | Hidroxizina: comprimido de 50 mg |
Náuseas o vómitos | Ondansetrón: comprimido de 4 mg |
Diarrea | Loperamida: comprimido de 2 mg |
Dolores corporales o dolores musculares. | AINE o acetaminofén |
Varias organizaciones de salud han publicado planes de reducción sugeridos. Por ejemplo, los CDC recomiendan una reducción gradual de la dosis de opioides 10% por mes.
Sin embargo, no existe un enfoque único para la reducción gradual y es esencial que cada plan de reducción gradual sea individualizado y se base en la historia del paciente, sus objetivos y una evaluación objetiva. Consulte los siguientes recursos únicamente como referencia:
- CGuía de práctica clínica del DC para la prescripción de opioides para el dolor — Estados Unidos, 2022
- Opioides y dolor crónico: una guía para proveedores de atención primaria (PDF) — Departamento de Salud Pública de California