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Comprender el riesgo del uso concomitante de opioides y antipsicóticos

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La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. ha advertido sobre riesgos graves, incluida la muerte, al combinar opioides con fármacos como los antipsicóticos que inhiben el sistema nervioso central (SNC) (https://www.fda.gov/drugs/drug-safety-and-availability/fda-drug-safety-communication-fda-warns-about-serious-risks-and-death-when-combining-opioid-pain-or). Esto se debe a la posibilidad de depresión aditiva del SNC.

Además, la Ley de Prevención de Trastornos por Uso de Sustancias que Promueve la Recuperación y el Tratamiento de Opioides (APOYO) para Pacientes y Comunidades (https://www.congress.gov/bill/115th-congress/house-bill/6) requiere que los estados tengan un proceso de revisión para monitorear a los pacientes a los que se les recetan opioides y antipsicóticos simultáneamente. El uso simultáneo de estas clases de medicamentos puede provocar somnolencia excesiva, depresión respiratoria, sobredosis y muerte.

Según la Guía de práctica clínica de los CDC para la prescripción de opioides para el dolor (https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/71/rr/rr7103a1.htm), el tratamiento con opioides sólo debe iniciarse si se prevé que los beneficios esperados para el dolor y la función superen los riesgos para el paciente.

Cuando esté justificado el uso combinado de medicamentos opioides y antipsicóticos, considere lo siguiente:

  • Hable con su paciente sobre los beneficios realistas y los riesgos conocidos de la terapia con opioides antes de iniciarla.
  • Trabaje con su paciente para establecer objetivos de tratamiento para el dolor y la función.
  • Considere utilizar la dosis de opioide efectiva más baja y la duración mínima del tratamiento.
  • Vigile a su paciente para detectar efectos adversos.
  • Reevalúe periódicamente con su paciente los beneficios y riesgos de continuar el tratamiento con opioides. Si los beneficios no superan los riesgos, considere optimizar otras terapias y trabajar para reducir gradualmente las dosis o, si lo justifican las circunstancias individuales del paciente, reducir y suspender adecuadamente un medicamento opioide.
  • Advierta a los pacientes y cuidadores sobre el riesgo de respiración lenta y/o sedación.
  • Considere la posibilidad de recetar naloxona de forma conjunta.